La vuelta a la actividad tras el parón estival no solo implica retomar proyectos y reactivar operaciones. También es el momento clave para actualizar la contabilidad, detectar posibles incidencias y garantizar que el cierre de ejercicio se realizará sin contratiempos.

En este artículo te explicamos, paso a paso, cómo poner al día tu contabilidad después de las vacaciones, cubriendo desde la regularización de facturas y conciliaciones hasta el control de inventarios, con un enfoque preventivo para evitar errores que comprometan tu resultado anual.


1. Recopilar y registrar toda la documentación pendiente

  • Facturas emitidas y recibidas: Verifica que todas las operaciones de los meses de verano estén registradas en el software contable.

  • Gastos de viaje y dietas: Incluye tickets y facturas menores, aplicando los criterios de deducibilidad fiscal (artículos 28 y 30 LIRPF y normativa de IVA).

  • Operaciones intracomunitarias y de importación/exportación: Revisa que estén declaradas correctamente en los modelos correspondientes (349, Intrastat, etc.).

Clave técnica: Un retraso en el registro puede afectar al IVA deducible del periodo y alterar la imagen fiel de las cuentas.


2. Conciliar bancos y medios de pago

  • Extractos bancarios: Igualar saldos entre contabilidad y entidades financieras.

  • Pasarelas de pago online: Revisar que los ingresos por TPV virtual, PayPal o similares estén contabilizados y asociados a las facturas correctas.

  • Cuentas de caja: Controlar movimientos de efectivo, especialmente en negocios con alto flujo de caja.

Clave técnica: Una conciliación bancaria pendiente puede enmascarar cobros no contabilizados o duplicados, distorsionando tesorería y ratios financieros.


3. Revisar el estado de los cobros y pagos

  • Clientes morosos: Emitir recordatorios o aplicar medidas de recobro antes de final de trimestre.

  • Proveedores: Confirmar plazos para optimizar flujo de caja y evitar intereses o recargos.

  • Anticipos y depósitos: Regularizar contablemente para que no queden saldos incorrectos en cuentas de pasivo o activo.

Clave técnica: Un seguimiento deficiente de cobros y pagos afecta directamente al capital circulante y a la planificación financiera.


4. Actualizar y verificar el inventario

  • Control de stock físico vs. contable: Detectar diferencias y ajustar asientos.

  • Valorización correcta: Aplicar el método fiscalmente aceptado (FIFO, PMP) según la normativa vigente.

  • Obsolescencia y deterioros: Registrar provisiones para reflejar un valor realista en el balance.

Clave técnica: Un inventario desactualizado puede generar ajustes fiscales en el cierre y afectar la valoración patrimonial de la empresa.


5. Revisar amortizaciones y provisiones

  • Amortizaciones del inmovilizado: Comprobar que están calculadas según tablas oficiales y políticas internas.

  • Provisiones por insolvencias, litigios o riesgos: Actualizar en base a información más reciente.

Clave técnica: Una provisión no actualizada puede derivar en un beneficio fiscal ficticio o en contingencias no previstas.


6. Analizar desviaciones y ajustar previsiones

  • Comparativa con el presupuesto anual: Identificar desviaciones en ingresos, gastos y márgenes.

  • Revisión de ratios financieros clave: Liquidez, endeudamiento, rentabilidad.

  • Proyecciones hasta cierre de ejercicio: Ajustar estrategia fiscal y financiera para optimizar resultados.

Clave técnica: Un análisis anticipado permite implementar acciones correctivas antes de que finalice el ejercicio fiscal.


Conclusión

Regularizar la contabilidad tras las vacaciones no es solo una tarea operativa: es una oportunidad estratégica para anticipar problemas, optimizar impuestos y mejorar la salud financiera de la empresa.

En Aranguren, ayudamos a empresas a realizar cierres contables impecables, evitando errores que pueden implicar sanciones o pérdida de liquidez.
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